Este pasado fin de semana he salido de ruta como casi todos los demás pero no de senderismo de montaña, esta vez ha tocado ruta por museos de lanas en el vecino país de Portugal. Tengo una hermana enamorada de las lanas, después de mirar por Internet y empaparse del tema nos movió a dar una vuelta por Covilha donde se encuentra el museo mas importante de toda Europa referente al mundo de la lana. Os diré que me ha encantado aunque una cierta tristeza me invadió por la pérdida de una manufactura tan arraigada en nuestro país haya desaparecido casi del todo.
La real fábrica de paños de Covilha fue fundada por el marqués de Pombal, fue el punto de partida de un periodo de intensa prosperidad en la economía local, fue considerado por la Unesco como el mejor museo textil de Europa. Hoy las antiguas fábricas han dado lugar al museo de la lana donde se encuentran las máquinas, técnicas y experiencias que hicieron de los lanificios de la Sierra de la Estrella uno de los éxitos más importantes de la industria portuguesa.
Vellón de oveja merina.
Cada vellón de lana tiene varias calidades diferentes, la de las paletas es la de mejor calidad, la de las costillas son las siguientes por estar libres de semillas y materias vegetales y así sucesivamente hasta las traseras que son las de mas baja calidad.
Los pozos donde se lavaban las lanas me llamaron mucho la atención por la cantidad de agua corriente que se necesita para su limpieza y teñido. Las fábricas están todas al lado de las corrientes de agua.
La lana se lavaba una vez clasificada sin mezclar la diferentes categorías, siempre siguiendo un orden.
El lavado de la lana presenta tres fases: el apaleado y mordedura, el desensuardado y lavado y secado.
El apaleamiento consistía en extender la lana en zarzos y quitar todos los residuos ajenos a la lana, con dos varillas lisas de madera se golpeaba la lana con las manos para quitar todo el polvo y suciedad restante al limpiado anterior.
Ollas de cobre donde se desensuardaba, se vertía el agua tan caliente como los pies de un hombre pudiera resistir para pisarla y ablandarla con el agua caliente.
Seguidamente se lavaba en las pilas con agua muy fría, se dejaban un tiempo y después se metían en cestos o barreños de madera donde escurrían. Posteriormente las pisaban para escurrirlas y secarlas.
Batanadora, su cometido es unir mas las fibras para darle mas consistencia y hacer que la pieza sea mas tupida y uniforme.
Lanzaderas, dependiendo de la época y el avance del tiempo.
Devanadora muy peculiar, tenia hasta sentadero para poder mover las manillas y cardar con mas facilidad la lana.
Rueca para hilar.
Había varias de diversas formas y con diversos materiales.
Esta es muy antigua, cuanta lana habrá hilado!!!
Esta parece que esta hecha con la rueda de una bicicleta.
Esta otra maquinaria es para hacer madejas de hilos mas gruesos para la urdimbre o al menos así lo entendimos.
Esto es una reliquia, un telar antiquísimo.
Y esto una tabla de planchar de una placa de cobre macizo.
Un mural de como se lavaban los paños después del teñido y aclarado.
Todas las fábricas que había estaban en la ribera del río o gargantas que bajan de la Sierra de la Estrella.
Me llamaron la atención las chimeneas que tenían las fábricas, se dejaban ver.
Como dije al principio me ha encantado la visita, son oficios casi perdidos, ya se elaboran de otra manera mas industrial y en otras zonas del mundo. Este fue el primer museo que visitamos hay muchas cosa que no os he mostrado como la forma de teñir, los tintes y las tinas donde lo hacían, lo dejo para que vengáis a verlo.
La visita al segundo museo referente a la industrialización de los lanificios fue la que mas me llamó la atención, pero eso os lo enseñaré otro día, veréis como os gusta.
El comienzo, la dehesa extremeña maravillosa!!! con las ovejas merinas contemplando como nos acercamos para hacerlas unas fotos.
Gracias por las fotos, me ha encantado el paseo!!!
ResponderEliminarBesos
Un reportaje estupendo y muy bien explicado.
ResponderEliminarUn beso
Qué visita más interesante!! Muchas gracias por este reportaje, es muy completo. Sí que se necesitan pasos para hacer un ovillo de lana, y antes que se hacía todo a mano... Un beso!
ResponderEliminarEs la mejor forma de aprender viendo, un beso
ResponderEliminarCuanto se aprende contigo.Tendré que visitarlo que lo tenemos cerquita. Que gusto compartir con tu hermana tantas cosas. La primavera no acaba de llegar pero ese Valle estará precioso.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Ángela